Uno de los espectáculos que esperaba con más ganas tras el periodo estival era el Crece que cada año ofrece el Teatro Circo Price en colaboración con la Escuela de Circo Carampa. Mis ganas venían precedidas del buen recuerdo que quedó en mí tras las dos ediciones anteriores. Acrobacias imposibles, mucho riesgo sobre el alambre y sobre los trapecios, música desde la cuerda floja y un largo etcétera de actividades con un buen reconocimiento a cada una de las disciplinas interpretadas por jóvenes del mundo entero llegados hasta la Escuela Carampa.
El «Crece v20.11», de inicio, no ha logrado evocar ese recuerdo indeleble y deseado que hasta ahora tenía por el ya habitual espectáculo que estrena la temporada del Price. Ha tenido que ser un conjunto de ventiladores -una paradoja ya que el estreno ha coincidido con el inicio del otoño- que hacían volar una sábana de plástico, que lo mismo adoptaba la forma de una figura humana que la de una bola hetérea, el que me haya encendido el resorte del interés por esta edición de Crece. Después ha llegado Alexandra Roger desde Canadá con el aro aéreo que ha hecho que viajáramos imparablemente por el cielo del circo. Y la danza contemporánea que emanaba en cada poro del espectáculo y actuaba como hilo conductor, aportando el ritmo requerido por un grupo de jóvenes artistas como es éste.
En tiempos de crisis aparecen «goteras» por todas partes. En este «Crece v20.11» también, pero le han echado imaginación para saber tratarlas de forma estética y conseguir hacer arte con el continuo goteo.
Gracias, Javier. Siempre es bueno tener distintos puntos de vista. Se agradece tu respeto y tu sinceridad. Larga vida a Ooops Circo. Saludos. Jesús
Yo no puedo estar más que en desacuerdo con vosotros. Con todo respeto. Aquí explico por qué: http://ooops.es/?p=544
A mi también me dejaron mejor impresión las ediciones anteriores. Estoy de acuerdo contigo, aunque añadiría una reseña para el trapecio, una de ellas me hizo emocionarme.