Ranking teatral del 26 de octubre al 1 de noviembre

 

En el top del ranking de esta semana se encuentra Mayumaná con su último espectáculo.

RACCONTO

Mayumaná ha vuelto a sorprender con su nuevo espectáculo “Racconto” que se puede ver en el Teatro Nuevo Apolo. Este espectáculo es un recopilatorio de algunos de sus mejores momentos, con la incorporación de nuevos números y todo aderezado y ligado con el humor de Andreu Buenafuente, que está pero no se le ve… ¿o sí? Esto tendrán que descubrirlo por ustedes mismos. Mayumaná mantiene su fuerza utilizando los elementos habituales en sus espectáculos, algo que aporrear y cuyo sonido sea audible, coreografías compactas y mucha, mucha energía. No hay un momento para el aburrimiento y eso hay que agradecérselo a los imaginativos números que han creado y, en buena medida, a las transiciones entre escenas que no permiten un parpadeo de ojos más largo que otro. Mayumaná tiene bien identificado lo que atrae al público que va a ver sus espectáculos y por eso, en cada montaje que ponen en marcha consiguen nuevos adeptos. Yo confieso que ya lo soy después de ver “Racconto” en Nuevo Teatro Apolo. Calificación: Si quieren despertar el ritmo que tienen dormido vayan a ver a Mayumaná.

Acaban de prorrogar en el Teatro del Arte, hay que aprovechar la oportunidad.

LAS HERMANAS RIVAS

Esta propuesta está basada en un cuento de Borges que ha sido versionado y transformado en obra de teatro por Adriana Roffi y Mariano Rochman. No haría falta ni el cuento de Borges, con todos mis respetos al gran autor, para imaginar una situación que quizá no se dé tanto entre hermanas, aunque también se da, pero que es muy habitual entre amigas (quien dice amigas, dice amigos). Dos mujeres enamoradas del mismo hombre. Conflicto al canto. Seguro que la historia acaba como el rosario de la aurora y más entre hermanas. Eso es jugar con fuego y saber que se van a quemar. “Las hermanas Rivas” son una chicas con poca vida social, limitadas al ámbito geográfico de un pueblo que cuando recibe a un forastero lo celebra como en “Bienvenido Mr Marshall”. Si además consiguen meter al forastero en casa, aquello tiene mal arreglo si no es pasando por la cama. Esther Ortega y Carlota Ferrer son las hermanas y Mariano Rochman el forastero, que es un boxeador pero que podría ser un buscador de setas. Las dos actrices están para comérselas en sus papel de rivales. Tiene su punto morboso ver a dos hermanas devorándose mutuamente a cambio de unos ratos de pasión. ¡Qué malo es el instinto! Mariano Rochman, que luce palmito como boxeador, ha dirigido la función con buen ritmo, pero a su personaje le falta sangre y energía, quizá sea porque se tiene que reservar para cumplir con “las fieras Rivas”. Calificación: Demostración bien trabajada de que las bajas pasiones no entienden de familias.

 

Acabamos con una comedia por definición en el Teatro Marquina.

UNA BODA FELIZ

Y parece que de bodas estrambóticas va la cosa… si hace unas semanas les hablábamos de “Campanadas de boda” de La Cubana, nos hemos ido ahora a “Una Boda Feliz”, que originalmente fue una exitosa comedia francesa y cuya adaptación ha sido realizada por Juan Solo y dirigida por Gabriel Olivares. El exotismo de esta boda viene dado por sus integrantes: dos amigos heterosexuales que se hacen pasar por matrimonio gay para que uno de ellos pueda cobrar la suculenta herencia que su tía le ha dejado con la única condición de que abandone su férrea soltería. A partir de esta premisa, se irán sucediendo los equívocos más enrevesados y los giros aún más rocambolescos tan típicos de los vodeviles y comedias de enredo, que si bien resultan simpáticos y divertidos en la primera parte, van derivando después en estereotipos tan manidos como los tipismos acerca de los “amaneramientos” de los falsos gays,  la introducción en la trama de la inevitable rubia neumática con acento extranjero de inteligencia algo despistada, encarnada aquí por una exagerada Celine Tyll, y los gritos y aspavientos que debieran contener para no llegar, a veces, a la caricatura.

Dicho lo cual, Antonio Molero, que cada vez resulta más convincente, en su papel de sobrino condicionado a punto de desbordarse está perfecto. Francesc Albiol sorprende en su desdoblamiento final, pero a quien no hay que perder de vista es a Agustín Jiménez, elemento clave en esta obra, y consagrado cómico fuera de serie, quien demuestra con esta exhibición de “Sancho Panza” de Molero que tenemos a un magnífico actor por encima de todo. Calificación: Para incondicionales de Agustín Jiménez y divertirse sin pretensiones.

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