Miren, tenía ganas. Ya lo he dicho. Necesitaba retomar este blog, que tenía abandonado por completo desde hace unos meses, bueno, en realidad, unos años (me dice el propio blog que la última entrada es de hace casi dos años, me parece mucho, pero me fiaré. ¡Madre mía, cómo pasa el tiempo!). Sinceramente, no tengo ninguna obligación de retomarlo, pero lo hago porque escribiendo uno echa fuera lo que no debería tener guardado, sea bueno o malo, ahí no entro porque, eso sí, una veces expulsaré rosas y otra tomates podridos, así es la vida y asumo el riesgo (¿habrá algún seguro que cubra los daños de estos chaparrones?). Ahí se demuestra la libertad que da escribir. Nos hace valientes frente a la pantalla en blanco (ya nadie escribe en papel) y quien diga que no, miente. ¿Quién no ha dicho más de una verdad a través de un mensaje escrito mediante un teléfono móvil que cara a cara no se habría atrevido a decir? Me respondo yo mismo: pues todos los que teclean con más o menos frecuencia a través de un aparato tecnológico alguna vez hasta habrá soltado una verdad que les salía del alma.
Necesidad y libertad son las dos bases que reabren «Efecto Madrid». Espero que la energía que siento en este momento me acompañe por un periodo largo y que en ningún momento sienta la obligación de tener que postrarme durante horas enfrente del teclado del ordenador tratando de transmitir una idea que en ese momento no llega. Desde luego, esa posibilidad está lejos de mis intenciones con esta rentrée.
Se levanta el telón efectero y se abren las puertas a todo aquello que merezca ser contado.
Muchas gracias 😊
¡Que me place! No es sencillo retomar la escritura, pero sí es sencillo retomar la lectura.
Bienvenido… de nuevo 🙂
Eva, así da gusto. Millones de gracias por el comentario, espero que no sea el último.
Un saludo.
Celebro que hayas deicidido volver a escribir en él. Se echaba de menos
Saludos
Eva
________________________________