Archivo de la etiqueta: vanguardia

Furiosa Escandinavia

furiosa-escandinavia-cartel-baja-1Salí de la Sala Margarita Xirgu del Teatro Español pensando que la dramaturgia de «Furiosa Escandinavia» contiene los elementos propios de una dramaturgia vanguardista, en primera línea de creación de un ideario contemporáneo propio del siglo XXI. Han pasado varios días desde entonces y hago extensivo el calificativo de vanguardista no sólo a la dramaturgia, sino al resto del montaje. Porque cada elemento de esta pieza actual transmite vitalidad, energía renovada e ilusión por el futuro del teatro.

Antonio Rojano ha escrito un texto sobre un tema tan clásico como el amor. ¿Qué gran autor no ha escrito sobre el amor? Lo que Rojano ha plasmado en esta obra nada tiene que ver con el concepto clásico del tratamiento del amor que se ha dado a lo largo de los últimos siglos. Los personajes de «Furiosa Escandinavia» van en busca del amor y a la vez huyen de él creando el desconcierto en el espectador porque escapan de lo que añoran. El autor crea un mosaico de sentimientos narrados desde la propia piel de quien los vive pero también desde el pensamiento de quien observa esa forma de vivirlos. Un conglomerado de puntos de vista y sentimientos que hacen recapacitar sobre lo que de verdad hay detrás de cada gesto, de cada palabra cuando se trata del amor.

La dirección de Víctor Velasco acreciente mi idea de que este un montaje de vanguardia. Qué virtud la suya para mantener atrapado al espectador durante toda la función. No se puede dejar de mirar a través de esos ventanales. Velasco convierte a todo el patio de butacas en voyeurs anónimos que miran por esos grandes cristales, tan propios de los países calvinistas, a través de los cuales demuestran que en el interior de la casa no hay nada que ocultar. Pues tal cual se transmite en la función. Sus personajes lo muestran todo, no esconden nada, salvo los recovecos innatos de cada ser. Magnífica la combinación de proyecciones integrada en la realidad de los personajes, siendo uno más en cada momento preciso.

Los cuatros actores protagonistas están acompasados con el nivel del montaje como no podía ser menos. Impresionado me dejó Francesco Carril, Balzacman en la función. Le conocía de oídas, aunque nunca le había sobre un escenario. Ha sido una grata sorpresa y un enorme descubrimiento, lleno de versatilidad y con la capacidad de hacer empatizar al espectador con lo que le pasa por dentro, sin duda, esta es la mayor virtud que puede tener un actor. El resto de los intérpretes Sandra Arpa, Irene Ruiz y David Fernández ‘Fabu’ están magníficos en sus personajes, manejando con detalle y cuidadosamente cada una de las aristas configuradas por el director para poner en pie el desasosiego de cada uno de ellos.

Escandinavia nuca estuvo tan furiosa. Escandinavia nunca atrajo tanto la atención. Escandinavia nunca fue tan contemporánea.

Deja un comentario

Archivado bajo en el candelero