Entrevista a Miriam Díaz-Aroca

ENTREVISTA A MIRIAM DÍAZ-AROCA

«Llevo el show en la sangre«

No es fácil luchar por conseguir ilusiones y retos en los tiempos que corren. Quienes apuestan y arriesgan en momentos como el actual serán los triunfadores del mañana. Miriam Díaz-Aroca es una de esas personas que no le tiene miedo a la inestabilidad que sobrevuela todos los sectores en este 2009 de crisis. Ella ha arriesgado y ha puesto en escena sobre las tablas del Teatro Prosperidad, bajo la batuta de su dirección, una espléndida obra de teatro Tan sólo dime una cosa… que hoy por hoy es la niña de sus ojos. Esto queda confirmado por el brillo que emana de su rostro al hablarnos de esta función, que compagina con la interpretación de Adulterios junto a María Barranco , dirigidas ambas por Verónica Forqué.

P. Miriam, ¿con mucha ilusión tras el estreno de Tan sólo dime una cosa…?

R. Mucha ilusión. ¡Es como parir! Parir producción. Parir dirección. Hacer la creación completa, no sólo me fascina la parte de ser actriz, sino también la dirección y la producción de algo que es tuyo, que crees en ello. Trabajar con un equipo que está ilusionadísimo y con muchas ganas es muy motivador. Hemos hecho algo muy humilde, una producción muy coqueta, con una estética muy actual y un texto que mueve grandes sentimientos. Y los actores que tenemos son maravillosos y lo hacen fenomenal e Isabel Prinz es la capitana. Isabel hace un papel precioso. Ha dado un giro de tuerca en su carrera y ha asumido el reto de interpretar a una persona de tercera edad, con un glamour tremendo. Son cuatros historias diferentes que tienen que ver con el amor, con la cordura, con la locura… pero todos con entornos distintos. Y con un leit motiv común que es tan sólo dime una cosa… dime que me quieres. Todas las historias acaban con esa petición.

P. ¿Es una necesidad del actor dirigir para poder decir «esta función se va a hacer como yo quiero»?

R. Es una necesidad de crear, no una necesidad de imponer. Precisamente siendo actor eres más respetuoso con los actores porque tú sabes que estar al otro lado no es fácil. Se trata no sólo de aportar los conocimientos como actriz, sino poder vestir el texto, desnudar o vestir al personaje, aflorar los sentimientos, ponerles música.

P. ¿Cómo llega a tus manos este texto de Clarisa Leal?

R. Clarisa es muy amiga de hermana Emma, que produce conmigo. Y un día me dejó los textos de Clarisa y entre los que me dejó, me gustó éste. Así que le dije a Clarisa que ella haría realidad su sueño de dar vida a uno de sus textos y yo haría realidad el mío de dirigir. Empezamos a hacer el casting y a buscar un teatro pequeño para ir con cautela. Hemos estrenado con un mes en cartel y luego haremos gira. Y si la gira va bien, quizá volvamos a Madrid ya a un teatro más grande.

P. ¿Quién conozca a Miriam Díaz-Aroca y vea Tan sólo dime una cosa… podrá apreciar un sello, una marca propia, un distintivo de Miriam Díaz-Aroca en esta obra?

R. ¡Yo lo tiro todo! En la apoteosis he metido una coreografía. Me gusta el show y no puedo evitarlo, lo llevo en la sangre. He dirigido una comedia con tintes de drama y al final a los actores los he montado una coreografía con una música muy potente que arranca del aplauso de  la gente.

P. ¿Esto es una influencia de la otra obra que dirigiste el musical 101 dálmatas?

R. Está más relacionado con que el colofón final tiene que se de agradecimiento, de gratitud, de alegría, de festejo. No sólo por el trabajo bien hecho, sino por la energía del público que ha venido a verte, por festejar con ellos.

P. ¿Y la relación con los actores cómo ha sido?

R. Maravillosa. Muy bien. He aprendido mucho de Verónica Forqué. Esta psicología que tienes que tener, ese temple con cada uno de ellos. Cada uno tenemos nuestros miedos, nuestros tiempos de aprendizaje, de evolución y no se le puede pedir a todo el mundo lo mismo. Ha sido un escuela maravillosa para mí, he aprendido mucho. He tenido mucha paciencia, he tenido que saber percibirles mucho y hemos conseguido defender un trabajo con mucha dignidad.

P. Y ya para completar la terna escénica además de actriz y directora, ¿serás algún día autora?

R. Escribí un musical infantil hace dos años y lo empecé a mover. Pero empecé a trabajar en cine y lo aparté. Pero, ¿por qué no? Tengo muchos textos escritos, pero ese es un trabajo que necesita mucha dedicación. Hay que revisarlo mucho, mimarlo mucho, pero forma parte del mundo de la creatividad y me apasiona.

P. Si Tan sólo dime una cosa… no llegara a cumplir vuestras expectativas de crítica, público, afluencia a ver el espectáculo, ¿por qué o por quién lo sentirías más?

R. Lo sentiría sobre todo por los actores. No sólo cuenta la parte comercial que es importante porque montas un negocio y quieres ganar, pero en este momento lo sentiría por la gente que trabaja en la función que tiene tanta ilusión, que está volcada y que hemos trabajado tanto. Me fastidiaría mucho por ellos. Pero volvería a invertir y a poner mis energías en la gira.

P. ¿En este momento que preferirías que tan sólo te dijeran una cosa o que te incitaran a cometer un adulterio?

R. Por supuesto, que me digan una cosa, que me digan que me quieren.

P. ¿Qué nuevas apuestas te gustaría conseguir en tu carrera profesional?

R. Seguir aprendiendo, ya no sólo como actriz, que me apasiona el mundo de la interpretación, sino también seguir dirigiendo que me encanta. Tengo entre manos también un magnífico texto de mi amigo Juan Carlos Rubio, que es un gran escritor dramático y teatral, que quiero interpretar y, si se me dan bien la subvenciones, producir para el año que viene.

Se nota que Miriam está encantada con este nuevo proyecto. Durante la entrevista se maquillaba para la función de Adulterios y su cara se le iluminaba por la ilusión que proyecta hacia Tan sólo dime una cosa… . Esa ilusión le hace luchar , apostar, arriesgar y al final demostrar un trabajo bien hecho. ¡Muchos éxitos!