Toc Toc es la comedia que estrena la temporada otoño-invierno del Teatro Príncipe Gran Vía. El elenco de actores entre los que se encuentran Daniel Dueñas, Javivi, Gracia Olaya y Ana María Barbany, entre otros, asegura el éxito de esta comedia accesible al gran público .
El otro día, cuando acudí a ver la función Toc Toc (Trastornos Obsesivos Compulsivos) al Teatro Príncipe Gran Vía, recordaba con añoranza cuando con quince años fui a ese mismo teatro a ver a Lola Herrera en Cinco horas con Mario. El texto de Delibes es maravilloso, pero mucha gente llegaba hasta el Príncipe Gran Vía a venerar a Lola Herrera en ese papel de Carmen Sotillo, que lleva bordando más de veinticinco años. Y no sólo por la popularidad de la actriz, sino por la gran acogida de la crítica y el boca a boca del público ante una interpretación conmovedora de la Herrera.
En Toc Toc el atractivo son los actores y la trayectoria teatral y televisiva, en la mayoría de los casos, de cada uno de ellos. Aún no ha habido tiempo para que el texto de Laurent Baffie, adaptado en España por Julián Quintanilla, tenga el reconocimiento del público y lleve a las masas a verlo. Quizá eso no suceda nunca, si bien el entretenimiento estará garantizado para muchos con Toc Toc. Esta obra teatral dirigida por Esteve Ferrer lleva algo de cada uno de nosotros. No todos sufrimos trastornos obsesivos compulsivos como los de los protagonistas de este montaje hasta el punto de necesitar tratamiento. Pero sí tenemos algunas de esas manías que son el origen de la enfermedad. Hay quien evita pisar la rayas que separan las baldosas de las aceras. También está el que no puede tocar directamente una superficie porque le provoca reparo y utiliza mil artimañas para no entrar en contacto. Eso es lo que cuenta Toc Toc, pero llevado al extremo.
La consulta de un psiquiatra es el punto de cita de los seis personajes. Allí van llegando los pacientes y el encuentro de unos con otros provoca situaciones cómicas, con momentos en los que la risa cuesta y sólo sale con facilidad a los que tienen la risa floja. El texto no ayuda al espectador. Son los actores lo que con su interpretación plagada de gestos y movimientos hilarantes facilitan la caracajada en el patio de butaca. Sin lugar a dudas, Daniel Dueñas se mete al público en el bolsillo, no por lo que de soez tiene su personaje debido a su trastorno, sino por cómo lo desarrolla a pesar de los ripios imposibles que provoca. Ana María Barbany encarna a María, una beatona que compulsivamente se santigua cada vez que algo no es como piensa que debería ser. Ana María lo interpreta con tal naturalidad que hace que su personaje sea más que creíble. Blanca tiene la necesidad de tener todo limpio a su alrededor, todo impoluto. Gracia Olaya da vida a Blanca de forma magnífica gracias a la vis cómica que posee la integrante de Las Veneno. El trastorno que padece el personaje de Lili, interpretado por Inge Martín, es casi con seguridad el más difícil de interpretar sobre un escenario por el esfuerzo que conlleva para la actriz y quizá no suficientemente reconocido por el público. No desvelaremos de que se trata por expreso deseo de Inge.
Esta apuesta teatral es un obra de identificación del público con los personajes. Ese es el espíritu del teatro: reflejar lo que en la cotidianidad sucede. Toc Toc lo logra sin grandes esfuerzos para el espectador. Falla en un final demasiado predecible para los aficionados al teatro. La similitud con otras creaciones teatrales sobrevuela el Príncipe Gran Vía. No desvelaré con qué montaje tiene final común para no desbrozarlo antes de tiempo. Quienes tengan fácil risa disfrutarán con el texto de Toc Toc. Quienes valoren las buenas interpretaciones disfrutarán con los actores de Toc Toc.
TEATRO PRÍNCIPE GRAN VÍA
Calle Tres Cruces, 8
Madrid