Si hubiera que buscar un heredero al género del surrealismo en el teatro entre nuestros coetáneos muchos dedos apuntarían a Iñigo Guardamino. Un autor con las ideas muy claras en cuanto a lo que quiere contar, que lleva las situaciones a extremos impensables para hacer recapacitar al espectador. En “Castigo ejemplar yeah” analiza la situación de los hijos en nuestro tiempo, los problemas de la educación, del consumismo, del estatus social y de cómo conseguir los fines a cualquier precio. La obra es una crítica a los peores ejemplos de la convivencia en sociedad que se transmiten de padres a hijos sin entender que ese es el camino equivocado para lograr un convivencia social pacífica. El matrimonio protagonista quiere salvar a su hijo a toda costa de los borrones que su retoño ha acumulado en el expediente escolar, sin preocuparse por encontrar la manera para cambiar las conductas de su hijo, sólo quieren que quede limpio. El matrimonio está interpretado por Natalia Díaz y Rodrigo Sáenz de Heredia. ¡Qué dos actorazos! Pura verdad en sus palabras en un texto nada fácil de interpretar que ellos llenan de naturalidad, de sencillez, de realismo en el surrealismo. Incluso en los giros más insospechados que tiene el texto, ambos actores están a la altura, no decaen, son esos padres que, aunque carentes de rigor ético, entienden que van sobrados de razón para defender lo indefendible. “Castigo ejemplar yeah” es un montaje que obliga al espectador a estar en constante búsqueda de la razón y de los paralelismos trazados junto a la realidad. Un ejercicio mental para localizar algunos de los fallos de la sociedad actual.
Calificación: Reflexión sobre la verdadera sociedad cohabitando entre los límites de la realidad.