
Casiopea, Reina del Firmamento narra, en una versión musical, las luchas encomendadas a Perseo -representado por el actor Ángel Cercós que sorprende por su buena intrepretación musical- por su padre Júpiter -Antonio Mayans- para liberar al mundo de las maldades de Plutón -al que da vida Carlos Fernández-. Todo esto mezclado con las canciones con las que los personajes explican las aventuras y desventuras que vivían los dioses mitológicos, conducido por la narración de Casiopea -cándida como narradora y malvada en el papel de reina, interpretada por Montse Martínez que transmite al espectador como disfruta con su trabajo- quien además sirve de enlace entre los personajes mitológicos y los asteroides que adoptaron sus nombres.

Perseo -Ángel Cercós- y las musas del canto -Tessa Bodí- y de la danza
Entre el elenco de actores además destacó la presencia de la participante de Operación Triunfo, Tessa Bodí, encarnando el papel de Musa del Canto. No pasó tampoco desapercibida la voz de la cantante Luz Martínez Bolaño que en el papel de Andrómeda, hija de Casiopea, hace mantener al espectador embelesado con su excelente interpretación de las canciones de este musical.

Montse Martínez en el papel de Casiopea
Hay que hacer una mención al vestuario del montaje que destaca por su colorido y su sencillez que ambienta a la perfección al espectador en la mitología y en el conocimiento del entorno de los dioses griegos. La escenografía, por su parte, ayuda a los espectadores más jóvenes a saber más sobre las constelaciones que llenan nuestro firmamento.
Estuvieron en Madrid hasta el 4 de enero.
Teatro Figaro-Adolfo Marsillach
Calle Doctor Cortezo, 5 (Madrid)
Sañoras, señores, este espectáculo pasará a la historia. Recomiendo que no se lo pierdan porque se hablará de él, como se habló de Ed Wood, o, más recientemente Uwe Boll como de los peores directores de la historia del cine. Es muy posible que nos encontremos ante el peor espectáculo musical de la historia.
Señores, no es mi intención ofender a nadie, pero en realidad yo he sido el ofendido al pagar no menos que 20 € por ver semejante despropósito. Todo falla salvo un par de escenas, no hay ritmo, no hay sentido musical, las melodías son un plagio profundo (Aladdin, Los Productores…), y visto ultimamente cómo se las gasta la SGAE, me extraña que no haya habido denuncias; las interpretaciones son ridículas (sin que lo pretendan, que si no, sería una parodia ligeramente interesante), porque los personajes son indefendibles, los decorados no son minimalistas, son cutres, los monstruos no son graciosos, simplemente están mal hechos. Y la idea es interesante, pero está tan mal llevada a cabo por la dirección del espectáculo que se hace insoportable.
Señores, esta (lo reconozco) agresiva opinión se debe a que ninguna crítica que haya leido sobre esta obra tiene fundamento, ¡No a las críticas pagadas! Y de la gran cantidad de espectadores que han salido horrorizados de este montaje, no he leído ni un comentario negativo. Parece que en el sector artístico, las cosas se hacen porque sí, sin ningún criterio, y, sobre todo, sin ninguna consecuencia. Es la única profesión en la que esto ocurre, y eso es lo que hay que cambiar, en nombre de la calidad y del respeto a las artes. Si se quiere que se nos tome en serio, ¡seamos serios! No es una cuestión de gustos, reconozco que hay muchas cosas que no me gustan pero veo el esfuerzo y la calidad, aunque no comparta ideas o estéticas, pero no es el caso. Los responsables tienen que ser consecuentes de lo que hacen y donde lo hacen, y deben saberlo: este espectáculo es digno, si acaso de una función gratuita de un ayuntamiento de provincias, pero no de un teatro como el Figaro, ni del coste de una entrada.
¡Por un mínimo de calidad en las artes escénicas, y de respeto al espectador!