La cultura india es una de las más seguidas a este lado del continente en las últimas décadas. Aquellos que viajan a la India y conocen su forma de vida vuelven transformados e impregnados de la influencia que deja el país sobre ellos. Los que nunca han viajado hasta allí sienten la curiosidad europea de conocer el estilo, las gentes y el ambiente de un país del lejano oriente.
El musical Bollywoodland nos acerca al colorido de la India a través de la historia de dos jóvenes, Maya y Ajay, que luchan por conseguir mantener su fuerte amor a toda costa, a pesar de las dificultades que se les interponen para disfrutar del futuro en común. Se trata de una de esas historias de amor de toda la vida, de las ideales, pero con sufrimiento, difíciles de encontrar ya en la Europa occidental.
Pocas veces se ve en la cartelera madrileña un montaje interpretado en lengua inglesa. Bollywoodland nos permite disfrutar de una puesta en escena en la lengua en la que fue escrito. También se puede escuchar el hindi en los números musicales de Bollywoodland, llenos de ritmo, colorido y ambiente indio a lo que contribuye en gran medida que las canciones mantengan su idioma original.
Algunas coreografías del musical recuerdan al baile final de la oscarizada película Slumdog Millionaire. No en vano, algunas canciones de Bollywoodland han sido creadas por los mismos compositores que la Academia de Hollywood premió por Slumdog Millionaire.
El montaje no cuenta con grandes pretensiones: escenografía extremadamente sencilla, un texto con construcciones gramaticales que rozan lo pueril llegando a inquietar al espectador y una falta general de agarre, de empuje que atraiga la atención del patio de butacas hacia la historia que se representa. Salva la ropa, en la parte interpretativa del espectáculo, el narrador e hilo conductor de la obra, interpretado por el actor español David Pinilla, que proporciona al espectáculo algo de frescura y distensión.
A pesar del título, no se trata de un reflejo de las producciones “bollywoodienses” made in India. Recomendable para los amantes de los musicales y de las coreografías bien acompasadas por el cuerpo de bailarines.
sí estoy, a ver si me acuerdo de pasarme y leer todos los días…pues oye se puede organizar un viaje. A mí me encantan los colores de la india, esas telas, esos estámpados…me encanta…
Sandra!!!! ya estás por aquí!!!!!
Vámonos vámonos!!!!
Ana vámonos a la Indiaaa!!! jajaja
Caminando hacia la Gran vía me iba sorprendiendo a cada momento, salía de mi burbuja de estrés diario para darme de bruces con locales emblemáticos cerrados… y me inquietaba sólo pensar que pueda tambalearse el sistema que nunca hemos dudado que estaba afianzado. Y de pronto tras un recibimiento me siento en el patio de butacas y me sumerjo en un mundo de sensaciones y colores lejanos que parecen tan cercanos. Bellísimas mujeres de piel tostada y ojos oscuros mueven las manos envueltas con de sedas de colores junto a túnicas blancas. Música, color y sabor de que nos hace soñar con la idea de viajar.
A veces no buscamos grandes artificios para escapar del mundanal ruido… bien lo saben en Hollywood.