Archivo de la etiqueta: televisión

Entrevista a Javi Martín

ENTREVISTA A JAVI MARTÍN

«Intento vivir en una telecomedia»

Javi Martín es un personaje televisivo por antonomasia. La popularidad que lleva aparejada la televisión no ha cambiado a este actor que sigue manteniendo los mismos principios que tenía antes de salir en la pequeña pantalla. Ahora son los escenarios los que tienen imantado a Javi. Ha interpretado a uno de los personajes de Mi primera vez, en el Teatro Maravillas de Madrid. Cuan trovadores del siglo XXI, Javi Martín y el resto del elenco de la obra cuentan al público las primeras relaciones sexuales más peculiares de quienes así han querido describir sus propias experiencias. Pero Javi Martín  quiere ser incombustible sobre el escenario y en enero de 2010 estrenará Arte junto a Quique San Francisco y Vicente Romero.

Javi Martín rodeado del verde esperanza de un salón del hotel Room Mate Mario (Madrid)

P. En Mi primera vez se cuentan las primeras relaciones sexuales más divertidas de algunas personas, pero para todos los aspectos de la vida hay una primera vez, ¿cuál ha sido tu peor primera vez?

R. Hace una semanas tuve un problema de cervicales y espalda. Y como el teatro es así, aunque tengas dolor, te aguantas y sales a escena, a no ser que estés medio moribundo. Pues llegaba el jueves y yo tenía unos mareos terribles y pensaba que no podría hacer la función. Fue la peor función de mi vida aunque el público no se enteró, pero la primera vez que estoy en el teatro sintiéndome fatal y es una sensación horrible. Lo que tiene el teatro, generalmente, es que si te encuentras mal cuando sales a escena te recuperas y pasas a estar bien, se pasa la fiebre o  si coges la  gripe, lo haces en los días que no hay función. Pero en esta ocasión lo pasé muy mal.

P. Mi primera vez habla básicamente de sexo, pero ¿en qué foros no te encuentras tú a gusto hablando de sexo? Sigue leyendo

2 comentarios

Archivado bajo entrevistas

La tentación se repite

Hoy he estado tentado a recaer en una acción absolutamente anormal en una sociedad organizada como la nuestra. Lo peor de todo es que en alguna ocasión no lo he podido evitar y me he dejado llevar por la corriente mediática que incita a su consumo.

La estampa que me hizo recapacitar sobre lo increíble de la acción se produjo como cuento: una de la madrugada. Al día siguiente había que madrugar para trabajar. El sofá me acogía cálidamente, me acurrucaba entre su respaldo y el brazo izquierdo. Una bolsa de pipas me acompañaba en el trance. Y mientras tanto me iba comiendo las pipas, obviamente. Enfrente, la televisión. Me tenía embelesado. Sólo se veían las imágenes de manadas de gente a los laterales de una carretera esperando la llegada de un coche. Era junio de 2006. El pueblo era Chipiona. El coche que esperaban era el que portaba el féretro con el cuerpo de Rocío Jurado.

Cuando recapacité sobre la escena que se vivía en el salón de mi casa me enfadé conmigo mismo. Era inaudito que alguien -yo- estuviese contemplando el duro trance de una familia retransmitido por televisión y amenizado con una bolsa de pipas. Ahí apagué la tele y me fui a dormir refunfuñando por el pasillo. Los medios nos crean obligaciones donde nos las hay. Ofrecen espectáculos donde sólo hay el dolor y la tristeza de una familia.

Hoy casi vuelvo a recaer con el funeral de Michael Jackson (ah, ¿pero es que aún no le han enterrado?). Desconozco la causa por la que el cuerpo del rey del pop aún no ha sido enterrado después de varias semanas fallecido -las autopsias terminaron hace días-, pero puedo imaginar el estado de agotamiento de su familia. Dejen descansar ya a Michael Jackson y a los suyos, pero para siempre. Que no surjan ahora especulaciones, noticias sin contrastar o ideas sobre la vida y la muerte del cantante. Será inevitable, ya lo verán. Lo contrario significaría que el mundo ha cambiado.

¡Cuanta gente en el estadio para darle el último adiós! (pero ¡qué hago viendo la televisión!) Ayer se decía hola a Cristiano Ronaldo en el Bernabeu ante 70.000 aficionados -con todas las cosas que tengo yo que hacer y la gente anda tan sobrada de tiempo, será la jornada intensiva– y hoy se dice adiós a Michael Jackson en otro estadio. Estadios polivalentes.

Me consuela saber que mi amiga Mariana, una intelectual de pro, se acostó más tarde que yo viendo el cortejo fúnebre de Rocío Jurado. Al final, ninguno somos infalibles, todos somos influenciables. ¡Qué desgracia!

4 comentarios

Archivado bajo en el candelero

De como los ciudadanos son parte activa en los medios de comunicación

La era digital ha aportado grandes avances relativos a la comunicación y a los medios utilizados para transmitir información. Ahora los periódicos pueden leerse tranquilamente donde estemos sin tener que bajar al quiosco o podemos seguir los programas de radio sin tener un transistor a mano gracias a que muchos de ellos se emiten a través de internet.

La gran red que es internet, además de hacer la vida más cómoda incluso en las tareas más cotidianas, ha aportado la posibilidad de que los ciudadanos participen en los medios de comunicación digitales dando opiniones, votando por los artículos que les resultan más interesantes o siendo entrevistadores de personajes relevantes.

Esta última alternativa es habitual en las páginas de elmundo.es que acerca al lector de la edición digital del periódico a grandes personajes a través de una cita en la red en la que los lectores formulan preguntas a la persona conocida y éste responde simultáneamente, estableciendo finalmente un formato de entrevista generada a partir de las preguntas de ciudadanos comunes interesados en el trabajo o la vida del entrevistado.

Extracto del encuentro digital mantenido el 24 de junio de 2008 con el actor Dustin Hoffman en elmundo.es

Extracto del encuentro digital mantenido el 24 de junio de 2008 con el actor Dustin Hoffman en elmundo.es

Una muestra precisa de lo que está llegando a ser la llamada interactividad de los medios es la que aporta el diario digital elpais.com que ha creado una sección titulada Yo, periodista que permite a los lectores ejercer de periodistas y enviar las noticias que son de su interés redactadas por ellos mismos y aportar fotografías, en muchos casos realizadas por ellos mismos.

El periódico ha querido que las noticias publicadas en Yo, periodista sigan la misma tipología, en cuanto a maquetación en la página, que las redactadas por los propios periodistas del periódico. Además se permite que el resto de lectores voten por esos artículos publicados, los reenvíen, los corrijan o incluso consulten las estadísticas de acceso a esa información.

yo, periodista

abc.es, al igual que otro diarios, quiere que los comentarios de sus lectores sean públicos y puedan ser compartidos en la red. Por eso muchas de sus noticias permiten al lector insertar un comentario que será publicado al final del texto para conocer así qué piensan las personas que han leído el artículo tanto sobre el contenido como sobre la manera de expresarlo. Se trata de evitar que los pensamientos publicados de los lectores no sean ofensivos por lo que el periódico se reserva el derecho a publicarlo o no.

Comentarios abc

Las emisoras de radio también han querido hacer participar a sus oyentes en sus programas. La oportunidad clásica de intervenir telefónicamente está dejando paso al envío de e-mails a los programas (o incluso el envío de sms) para opinar sobre los temas que se están tratando en la emisión o simplemente para halagar o, en ocasiones, tirar por tierra el trabajo de los periodistas que se enfrentan al micrófono.

Los avances de la tecnología permiten descargarse un programa de radio que sea del interés del oyente y escucharlo posteriormente a su emisión mediante un mp3, un ipod o directamente desde el ordenador personal. Esto es el llamado podcast que facilita que los programas favoritos puedan ser escuchados también fuera de su horario habitual. Esto es la radio a la carta.

Onda Cero

La Cadena Ser lleva emitiendo durante más de quince años el programa Hablar por hablar que supuso un fenómeno radiofónico en sus inicios. Las bases del programa se sostiene en las muestras de apoyo, opiniones o rechazo tangencial a las historias personales (o de terceras personas) contadas por oyentes en apuros. La era digital ha permitido a este programa que varios oyentes a la vez, a través de un chat, den respuesta a las inquietudes planteadas por el interlocutor que llama al programa. Incluso este fenómeno ha generado la creación de un vocabulario del programa – entre esas palabras está «chatines» que denomina a quienes utilizan el chat para ayudar al oyente preocupado-.

La contribución digital a los medios de comunicación ha sido elevadísima y, sobre todo, permite a los «seguidores» de esos medios una relación más cerca con la información, el entretenimiento y la comunicación.

2 comentarios

Archivado bajo en el candelero